Por Ulises Román Rodríguez
Las Asambleas Generales anuales de las organizaciones FESAAL y AVACI, que se realizarán los días martes 5, miércoles 6 y jueves 7 de noviembre del corriente 2024 en la Ciudad de México, con las sociedades locales SOGEM y SOMEDIRE, como miembros anfitriones de este histórico encuentro que se anticipa como la reunión y encuentro más importante de autores y sociedades de Guionistas y Directores audiovisuales a nivel mundial.
Miguel Ángel Diani, actual Presidente de ARGENTORES, entidad con más de 115 años de existencia y una de las más antiguas y activas del mundo (pone sitio web), el reconocido guionista recientemente designado también como Presidente Provisional de AVACI, junto a su Consejo Ejecutivo y la FESAAL en pleno, se enfrentan al reto de reorientar a la Confederación Internacional de Autores Audiovisuales hacia sus raíces y objetivos originales y, fortalecer así, su rol como pilar de apoyo técnico, económico y de solidaridad para con los autores audiovisuales de todo el mundo.
Ante la necesidad de generar una reorganización que permita el total control y conducción por parte de los autores – tal como fuera fundada - de la Confederación Internacional de Autores Audiovisuales (AVACI), necesidad planteada por la FESAAL , federación de sociedades fundadoras de la Confederación Internacional del Audiovisual y, con el fin de registrar legalmente esos objetivos primarios en los estatutos de la entidad, el dramaturgo y guionista argentino Miguel Ángel Diani, reconocido por su labor como presidente de la Sociedad General de Autores de la Argentina (ARGENTORES), comparte los planes ideados junto a las sociedades fundadoras para el fortalecimiento de esta organización.
En esta entrevista con AV Creators News comparte sus planes y visión para el futuro de AVACI.
Miguel Ángel Diani, nuevo presidente provisional de AVACI
-¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta como presidente provisional de AVACI en este período de transición?
-Refundar AVACI. Volver al camino del cual nunca debimos habernos apartado. Retomar el espíritu con el que fundamos la Federación de Sociedades de Autores Audiovisuales Latinoamericanos (FESAAL). Dejar en claro que una sociedad de gestión no es solamente una entidad que recauda y liquida derechos, es también y sobre todo, un lugar de pertenencia de autores y autoras. Un espacio de lucha y solidaridad. Y en donde el mutualismo cumple un rol importantísimo. Eso es lo que nos diferencia de una agencia de representación de autores. Por otro lado, el compromiso de seguir avanzando en registrar legalmente a la Confederación.
-¿Cómo planean trabajar para lograr su registro legal como Confederación?
-El primer punto es que AVACI tenga estatutos. Para eso estamos trabajando junto con la Secretaría y el Área Legal, para que a la brevedad cumplamos ese primer objetivo. Luego procederemos a inscribirla bajo las leyes de la República Argentina que fue donde se generó ya hace 14 años esta idea de trabajar por todos los autores de Latinoamérica y desde allí por todos los autores audiovisuales del mundo. A partir de su registro AVACI tendrá un marco legal.
-¿Cuáles son los objetivos prioritarios que se tratarán en las Asambleas de FESAAL-AVACI que se realizará en la Ciudad de México en el mes de noviembre?
-El gran objetivo es replicar en AVACI el modelo exitoso de gestión de FESAAL. O sea, hacer lo necesario para impulsar la creación de leyes que permitan la existencia de Sociedades de Gestión de derechos de autores audiovisuales, en los países donde no las haya. Trabajar en la creación de sociedades de gestión audiovisuales. Apoyar a sociedades audiovisuales emergentes, dando tanto apoyo logístico como económico, si fuera necesario. Y sobre todo seguir alimentando ese círculo virtuoso de compromiso, afecto y trabajo entre todos los miembros de las sociedades.
-¿Cómo debería ser el trabajo directo entre autores audiovisuales y cuáles son los beneficios que se generarían de esta forma de colaboración?
-La problemática de los autores audiovisuales es la misma en cualquier lugar del mundo. Todos sufrimos las mismas postergaciones y maltratos. Un autor de África lucha por su visibilidad y por una buena remuneración, al igual que un autor de Brasil o de Francia. Todos defendemos los mismos derechos que permanentemente intentan arrebatarnos o cuestionarnos. Conocemos profundamente de qué se trata. Por ese motivo es que las sociedades de gestión tienen que ser conducidas por sus dueños. Y los dueños son los autores y las autoras. Nosotros conocemos en carne propia nuestras necesidades. Y cuando ponemos la cara para defender lo nuestro la sociedad toda nos escucha. Porque admira y respeta nuestra obra. Eso lo tenemos que hacer valer. El trabajo en equipo nos hace fuertes a la hora de negociar con los usuarios. El intercambio de información y de experiencias es fundamental para nuestras sociedades.
-¿Cuál es su visión respecto al papel de las sociedades de gestión de derechos de autor audiovisuales en Latinoamérica y cómo planean promover su existencia en los países donde aún no las hay?
-Las sociedades de gestión nacieron para defender a los autores y autoras. Es la única herramienta que tiene un autor para equilibrar su fuerza de negociación con una empresa multinacional. Por eso es indispensable seguir creando sociedades en la región y en el mundo. Mientras más sociedades de gestión haya, más fuerte seremos los autores. Y para eso hay que trabajar en nuevas leyes y gestionar reuniones con legisladores y altos funcionarios de los distintos países en donde no haya ni leyes ni sociedades, para explicarles qué es una sociedad de gestión y que el derecho de autor no es un impuesto sino nuestro salario. Y que lo paga libremente un ciudadano cuando saca una entrada para ver una obra de teatro o una película o cuando paga la televisión por cable o el abono de una plataforma. El autor siempre sigue la suerte de su obra. Ese es su derecho. Y las sociedades están para defenderlo. Incluso cuando llega a grande y ya su obra no se ve o no lo convocan para trabajar. En ese momento su sociedad lo estará apoyando con una pensión y una asistencia médica, haciéndole la vida un poco más fácil.
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